Acremex: Gerardo Muñoz salió de la cárcel
Todo el mundo cree que el exdirector de Acremex está en la cárcel por haber defraudado a 30 mil ahorradores, pero no es así. Este lunes lo encontramos muy tranquilo, en libertad, tomando un café en la colonia Arbide de León. Un juez le otorgó la libertad condicional sin hacerlo público ni hacer ruido.
Gerardo Muñoz Campos enfrenta el juicio en libertad desde su casa. «Por favor, no digan que me vieron», nos dijo al ser abordado en el café. No sale mucho de su casa de la Arbide. No puede ir lejos. Debe quedarse en León. No puede viajar a otra ciudad ni salir del país. Así es la libertad condicional.
Tiene que acudir cada ocho días al juzgado penal para firmar el libro de libertad provisional si quiere seguir así. Si un día falla será detenido. Si cumple con todas las restricciones, puede esperar la sentencia en libertad por orden de un juez.
Gerardo Muñoz estuvo 2 años y 4 meses en prisión. Ahora enfrenta el juicio en libertad desde su casa. «Por favor, no digan que me vieron», nos dijo al ser abordado en un café de la colonia Arbide
Gerardo Muñoz estuvo en la cárcel 2 años y 4 meses. Consiguió su libertad después de varios amparos y recursos legales. Aunque el juicio continua en el tribunal, hasta que el juez determine si es culpable o no por el fraude de 752 millones de pesos a la cooperativa de ahorro y préstamo Acremex, ocurrido hace tres años en León.
El exdirector de Acremex fue detenido en abril del 2016. Un grupo especial de la Procuraduría de Justicia lo capturó afuera de su casa por el fraude a la caja popular. Pero Gerardo Muñoz no quiere hablar de eso. Prefiere guardar silencio y esperar a que un juez determine su culpabilidad o inocencia.
La caja popular Acremex fue fundada en 1951 con el nombre de Jol-Gua-Ber. Fue un ejemplo de solidez financiera y cooperativismo durante 50 años, hasta que se vino una crisis por malos manejos. En 2017 la cooperativa fue extinguida bajo supervisión del Gobierno Federal y los activos y pasivos fueron trasladados a la Caja Popular Mexicana.
Desde la cárcel, Gerardo Muñoz vio cómo la gran Acremex perdió todo y desapareció paulatinamente. Hoy no queda nada de aquella gran cooperativa. Oficialmente fue desaparecida.
El exdirector Gerardo Muñoz toma un refresco en la calle Nicaragua y lee un periódico. Después de un buen rato se retira lentamente, con su mochila al hombro, rumbo a su casa. Lejos del reflector y la vida pública, el gerente, el contador, el otrora director Gerardo Muñoz trata de reconstruir su vida.
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