Chile se echa a la calle

Chile dijo basta este viernes a las políticas antisociales del presidente Sebastián Piñera. Tomaron las calles 1,2 millones de personas, según cifras oficiales, de los 7 millones de habitantes que tiene la capital chilena. Se congregaron de forma pacífica sin banderas políticas para demandar igualdad en la mayor concentración que se haya registrado en el país desde el retorno a la democracia en 1990.

“Viernes con V de venceremos”, “Chile despertó”, “Hasta que la dignidad se haga costumbre”, “No estamos en guerra” –en referencias a las palabras del presidente de que Chile estaba en guerra–, “No más conformismo, Chile no es el mismo”, “Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden”, “Somos la voz de los que ya no pueden gritar” y “Milico ven para abrazarte” fueron algunas de las consignas y pancartas que se cantaron y leyeron en esta gigantesca manifestación bajo el lema ‘La marcha más grande de Chile’.

Las protestas estallaron la semana pasada por la cuarta subida del precio del billete de metro en pocos meses, pero rápidamente crecieron hasta denunciar la desigualdad social. Al menos 19 personas han muerto y cientos han sido detenidas.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha recibido denuncias sobre torturas, vejaciones y otros abusos y la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, ha anunciado que enviará a dos personas al país para investigar estos hechos.

Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha valorado la marcha como «multitudinaria, alegre y pacífica» en su cuenta de Twitter. Además, ha especificado que «los chilenos piden un Chile más justo y solidario» y que la jornada «abre grandes caminos de futuro y esperanza».