RELATOS DEL PODER

Carretera 57: la ruta del terror

Son 600 kilómetros de riesgo. Mal vigilados. Te toca o no te toca. Como en un juego de azar

Son 600 kilómetros de carretera recta y peligrosa. Viajar de San Luis de la Paz a Saltillo por la carretera federal 57 es jugarse la vida. Te toca o no te toca. Como en un juego de azar. Son 600 kilómetros de riesgo. Te puedes topar con asaltantes, secuestradores y hasta policías falsos.

Es la carretera del horror.

Se trata de la entrada principal por tierra hacia losEstados Unidos. Por ahí pasan miles de camiones todos los días, transportando mercancías que viajan de Ciudad de México, Querétaro, Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, Jalisco y Guanajuato hacia Texas. Por ahí circulan también asaltantes de tráileres, secuestradores masivos, traficantes de indocumentados, narcos y mafiosos de todo tipo.

Es tierra de nadie.

Son 600 kilómetros mal vigilados. Solo hay un puesto de control en todo el tramo, antes de Saltillo. Son 600 kilómetros sin autoridades, sin patrullas, y sin atención de las instituciones. Una selva de asfalto.

El hallazgo de 108 indocumentados secuestrados por el crimen organizado, hace unos días, deja al descubierto el verdadero peligro de la carretera 57. Ahí te pueden parar en tu vehículo, bajarte y secuestrarte, sin que nadie te busque. El caso de los 23 centroamericanos desaparecidos de San Felipe salió a la luz pública porque dos choferes de León -que conducían dos camionetas Toyota, no aparecían-, de lo contrario, nadie se hubiera dado cuenta.

Ahí, rescataron a 108 migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador, que nadie sabía que estaban presos por el crimen organizado. Los delincuentes tenían a los secuestrados en condiciones inhumanas, en refugios desérticos, en los cerros de Matehuala, esperando cobrar rescates. A un chofer de León le habían quitado la vida al golpearlo.

Tramos peligrosos en la carretera 57 

El primer tramo de alto riesgo está en San Diego de la Unión, Guanajuato, en un territorio conocido como Las Indias, muy cerca ya de San Luis Potosí. Ahí hay asaltos y robos de mercancías de los tráileres y la Guardia Nacional nunca se aparece.

Después está el tramo de Matehuala, en donde vehículos interceptan a los choferes y los bajan de sus vehículos, a punta de pistola. Los criminales se hacen pasar incluso por policías, con patrullas falsas de la Guardia Nacional o de las policías locales. Y después está el tramo llegando a Saltillo, en donde ocurren atracos en los paraderos y gasolineras.

Los transportistas lo han denunciado. La situación ha empeorado desde que el Gobierno Federal desapareció a la Policía Federal de Caminos en el 2019. Son 600 kilómetros de alto riesgo. 600 kilómetros de viaje con el alma en vilo. 600 kilómetros a la buena de Dios. A merced de los malos. 600 kilómetros de ausencia de Estado.

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Pablo César Carrillo

Periodista de estos tiempos.

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