OPINIÓN

¡La política, estúpido!

Comienzo una nueva etapa. Desde mi inicio siempre publiqué mis opiniones y análisis en un solo medio. A partir de hoy serán varios los canales que me abren sus puertas para poder trasmitir mis aportaciones al análisis político de nuestro entorno. Mi agradecimiento para cada uno de ellos.

James Carville, el estratega de Bill Clinton en la campaña del año 92, cuando logró evitar la reelección del presidente George Bush padre, que contaba con un 90% de aprobación ciudadana por la invasión a Irak, tenía tres grandes líneas en su estrategia de mensajes:

  • Cambio contra ‘Más de lo mismo’.
  • La economía, estúpido.
  • No olvidar la asistencia de salud.

Estos mensajes los tenía escritos en su pizarrón de trabajo, especialmente para que sus colaboradores los leyesen y no perdiesen el rumbo en sus trabajos. ‘The Economy, Stupid’ pasó a ser un mítico eslogan de campaña por ser, precisamente, la razón del triunfo al centrar su crítica en la recesión económica inminente que estaba sufriendo el pueblo estadounidense.

La política debe ser usada para librarnos de la guerra, del miedo, de la barbarie. La política logrará que los intereses diversos se sumen y no se dividan

Hoy, ante la situación que vivimos en México, y con las repercusiones locales que genera en los tres niveles de gobierno, podemos transformarla en ‘La política, estúpido”, y centrarnos en el análisis del porqué.

El rumbo político impuesto por el presidente López Obrador trastocó el statu quo. Hasta aquí era normal, debería imponer su ideología, su estilo al mandato. Pero lo que está generando es el reacomodo de piezas. El retorno a “cero ventajas” de los actores políticos. De ahí la importancia de que los tres niveles de gobierno se centren en ella para adecuarnos al nuevo paradigma.

Pero para no confundirnos, es necesario que delimitemos y definamos qué es la política. Para ello comenzaremos con el primer condicionante: el hombre. Un animal sociable solo podrá vivir y desarrollarse en compañía de sus semejantes, como menciona Kant. Posee su “insociable sociabilidad»  haciendo que no pueda prescindir de los demás, ni renunciar por ellos, a la satisfacción de sus propios deseos.

Así podemos entender el juego egoísta, “solitariamente en grupo”, que desarrollan los actores políticos. Entes con un interés particular sobre asuntos determinados. Evitar el conflicto de intereses y que se zanjen con violencia es precisamente la razón de ser de la política, es dónde se requiere de la labor política.

La política debe ser usada para librarnos de la guerra, del miedo, de la barbarie. La política logrará que los intereses diversos se sumen, no se dividan. La política no se da por naturaleza, como lo sostiene Aristóteles, sino que la obtenemos por cultura, por historia. Al gestionar pacíficamente los conflictos de los individuos, de sus alianzas y de las relaciones de fuerza (no solo entre personas).

 

No pueden perder de vista a Maquiavelo: “El pueblo juzga más con los ojos que con las manos ya que todos pueden ver, pero no todos pueden tocar»

El gobernante es quien hará el arte de la convivencia y desarrollo social dentro de un mismo país, estadoo ciudad, con gente que no hemos elegido y que no tienen necesariamente los mismos deseos, intereses, ni necesariamente serán aliados unos de otros.

La convivencia social es cambiante, dinámica per se, por lo que supone enfrentamientos. Eso provoca cambios en los acuerdos sociales. Por lo tanto, debemos adecuar los acuerdos para zanjar los diferendos. En consecuencia, también deberá haber cambios en la forma de gobierno. Si no existiesen estos acuerdos sería la violencia la reinante en la polis. Y eso es lo que la política debe evitar a toda costa.

La política presupone conflicto, desacuerdo, enfrentamiento. No puede existir la política en el acuerdo. Pero si existe violencia, la política no existe, ya que comenzará donde la violencia termina. La regulación de esta convivencia presupone autoridad, es decir, gobierno. Estamos ante el obedecimiento de la ley, del mandato del poder sobre el individuo o sobre intereses particulares. Por lo tanto, si queremos ser más libres deberemos ser más políticos.

¿Por qué necesitamos de la política? Simplemente porque somos ciudadanos, porque debemos serlo y para poder seguir siéndolo en libertad. Es momento de que los tres niveles de gobierno hagan política. Se centren en ella para gobernar en bien de la sociedad.

Hoy en día el tema principal es la política. Quien haga política tendrá el apoyo en las urnas, en el proceso electoral del 2021 que, por cierto, ya comenzó. No pueden perder de vista lo que sentenció Maquiavelo: “El pueblo juzga más con los ojos que con las manos ya que todos pueden ver, pero no todos pueden tocar. Todos ven lo que parece ser, más pocos saben realmente qué es”.

 

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