RELATOS DEL PODER

Bajarse de la contienda

Se trata precisamente de entender cuando sí te toca y cuando no te toca

Por Pablo César Carrillo

 

Lorena Alfaro ya se bajó.

Jesús Oviedo ya se bajó.

Alejandro Navarro ya se bajó.

Los tres tenían posibilidades reales de competir por la gubernatura de Guanajuato, pero ellos decidieron bajarse de la contienda por prudencia, por disciplina, por estrategia, por lealtad, por respeto, por lo que sea, pero se bajaron para dejarle el camino a otra persona.

El acto de bajarse de la contienda, es doloroso. Aceptar que no tienes probabilidades y que otros ya te ganaron, debe ser muy duro emocionalmente. Pero es finalmente un acto de madurez, de prudencia, de congruencia y de respeto. A la vez, es un acto de resignación y a veces de sumisión.

Algunos no querían bajarse, pero tuvieron que hacerlo, forzados por las circunstancias.

Al diputado Luis Ernesto Ayala, por ejemplo, lo bajaron, con la designación de género por parte del PAN. A Erandi Bermúdez, lo bajaron con la designación de mujer como candidata.

Todos los políticos en realidad quieren ser gobernadores, pero en un determinado momento, tienen que medir sus posibilidades reales, sus votos internos, sus apoyos y virtudes, sus capacidades, para decidir si pueden competir o no.

Hace 6 años, Fernando Torres Graciano quería ser gobernador de Guanajuato, pero no pudo. En un cierto momento, Fernando Torres Graciano tuvo que bajarse para permitir la candidatura de Diego Sinhue Rodríguez.

Hace 6 años, Libia Dennise García tenía posibilidades de ser Presidenta Municipal de León, pero decidió bajarse, por disciplina, y por lealtad al partido, para permitir que Alejandra Gutiérrez fuera candidata y presidenta de León. Y justo ahora ese es el problema.

La estructura del PAN (23 alcaldes, 15 diputados locales, 10 diputados federales y el Gobernador), le piden a Alejandra Gutiérrez que se baje de la candidatura, y ella no quiere. Alejandra se niega a bajarse, porque cree que merece más. En realidad todos los anteriores merecen más. Unos son muy capaces, talentosos, brillantes, preparados, populares y simpáticos, pero las circunstancias no les permiten ser gobernadores, entonces ellos entienden que deben bajarse.

No debe ser fácil bajarse de una contienda.

Juan Carlos Romero Hicks se bajó esta semana de la contienda por la Presidencia de la República, porque evidentemente Xóchitl Gálvez tiene más posibilidades.

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se bajó la semana pasada de la disputa de la Presidencia de la Repúplica por Movimiento Ciudadano, porque tal vez no era su momento. Enrique Alfaro sueña con ser candidato, pero las circunstancias no lo permiten, y punto, debe aceptar que no le toca.

Se trata precisamente de entender cuando sí te toca y cuando no te toca. A veces, los políticos quieren ser presidentes o gobernadores, pero muchas veces no depende solo de uno mismo. Se tienen que acomodar las estrellas para que eso suceda.

A Libia Dennise García se le están acomodando las estrellas para la gubernatura. A Xóchitl Gálvez se le están acomodando las estrellas para ser la candidata. A Claudia Sheinbaum se le están acomodando las estrellas, y no a los demás, entonces ellas tienen probabilidades de ser.

Los viejos políticos siempre dicen que hay que estar listos para ser, para no ser y para dejar de ser. Eso es lo más sano. Es muy grave que una persona esté lista solo para ser y ser y ser, y que no esté preparada para no ser o para dejar de ser. De eso se trata el juego de la política. De eso se trata el juego de la vida.

 

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Pablo César Carrillo

Periodista de estos tiempos.

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